Coyuntura actual de Albain
qué se cuece en el reino blanco
Actualmente el reino está muy endeudado debido al menoscabo al que fueron sometidas las arcas reales para pagar a las compañías libres.
Pese a los intentos de Yvaine, su "reforma" está abocada a no funcionar desde el principio.
Empezando por las leyes que pretenden igualar las condiciones de ambos géneros, muchas mujeres y hombres se niegan a aceptarlo, sea por convicciones, miedo o rechazo intrínseco. Siglos de sometimiento no se cambian con buenas intenciones, y algunas parecen cómodas con esa vida, pues es la que conocen.
Por más leyes que deslegalicen la magia, la psique social se niega a aceptar el cambio, y que hayan sido impuestos impulsivamente por Yvaine no ayuda en absoluto a mejorar la predisposición.
Hay desconfianza general entre la población. Hay comercios y locales que rechazan abiertamente la presencia de "no-humanos", y pese a que las minas de argyrion fueron clausuradas, dicen los rumores que para asegurar la identidad de los clientes susceptibles de ser usuarios de algún don, algunos cuentan con anillos o agujas de dicho metal. Es muy posible que hayan sido forjados a través de algunos sellos de argyrion rapiñados de los cadáveres de inquisidores caídos durante el anterior conflicto armado, o quién sabe si en realidad son facilitados secretamente por la orden religiosa. No hay registros ni pruebas al respecto.
Por lo general, muchos magos prefieren salvaguardar las distancias y mantener el anonimato, evitando la humillación pública o algo peor.
Otros más valientes, admiten su naturaleza y se arriesgan a la ruina y el desprecio.
En los barrios más humildes, cuando se descubre la existencia de alguien con un don, marcan sus puertas para señalarlos. Poco a poco, dentro de la miseria que conllevan los distritos de Ceniza y las Pavesas, se van formando guetos y la segregación social adquiere un estrato inferior más, muy a pesar de los deseos de la soberana.
Hablando de Yvaine, la imagen general que ahora tiene Albain de ella es muy controvertida. Ya no la ven como esa inútil y frívola muchacha que ignora las necesidades de su pueblo, sino que exagerados rumores, incitados por sus decisiones y la revelación de sus poderes, hacen que algunos la consideren un monstruo perverso y corrupto, una tirana libidinosa que se baña en sangre, come corazones humanos y sorbe el tuétano de los huesos para mantener su poder, entre otras habladurías absurdas y sin sentido. Eso provoca, en cierto modo, miedo hacia su figura.
También están quienes creen que su reinado del terror acaba de comenzar y que pretende hacerse con un ejército de repudiados para imponer su voluntad, avivando ese odio y miedo natural que la gente alberga hacia los magos, ya que creen que la intención de Yvaine es someterlos.
Los poseedores del don, por su parte, consideran que no hay nadie más traidora que la reina, que debe encontrar algún pérfido placer en señalarlos y convertir Brigann en un coto de caza donde algunos ingenuos se sientan seguros.
Pocos son los que miran con buenos ojos a esa muchacha.
Efectivamente algunos magos, brujos, hechiceros y otros no-humanos son cazados furtivamente, sin que pueda evitarse. La guardia no pone demasiado interés en resolver dichos crímenes, e Yvaine cree que hay algún tipo de organización detrás de eso, o como mínimo, alguien que de las órdenes. Posiblemente la misma persona o grupo de personas que están detrás del robo en los archivos.
Pero la violencia no es unidireccional. Algunos oprimidos no están contentos con esa palmada en la espalda y exigen sangre, ser resarcidos e incluso que se reconozca su superioridad. Es por eso que los ajusticiamientos por brujería no han desaparecido. Aquellos que abiertamente demuestren ser una amenaza deben ser ejecutados. Flaco favor hacen a la integración de ambos grupos en una sociedad ahora más confusa que antes.
Su castigo es ver cómo el desastre que quiso arreglar se ha vuelto mayor por su imprudencia, y cargar con las muertes causadas por su negligencia. Pero debe ser más fuerte que nunca.
Sólo el tiempo dirá si las aguas se calmarán o una turbulenta guerra terminará por hacer añicos unos debilitados cimientos.
[ESTA SECCIÓN SE IRÁ AMPLIANDO CONFORME LA HISTORIA AVANCE]