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SOBRE EL ARGYRION

Información relevante acerca del místico metal

 

Este metal se originó en el Valle Blanco, el cual está situado justo encima de una poderosa e inestable placa de maná. Al igual que el Gran Árbol que en su día ocupó lo que hoy es el Lago de las Lágrimas, la función del veteado de argyrion en la propia naturaleza, es controlar el flujo de energía y que esta no se desate de forma incontrolada, provocando alteraciones en el ecosistema y en los que moran en el mismo. Erróneamente, los humanos decidieron que este metal debía ser usado para detectar brujos, y como una deliciosa paradoja, la explotación del metal causa que cada día nazcan más humanos con poderes, pero este dato se desconoce.

Cuando su existencia trascendió, por accidente, como todos los grandes descubrimientos, se convirtió en el emblema de la segregación social instaurada en el reino, que muy pronto degeneraría en una persecución y aniquilación de cualquiera que reaccionase ante este. La corona, cedió algunas de las canteras de dicho metal a la iglesia, más con el paso del tiempo la organización eclesiástica fue reclamando cualquier nuevo veteado descubierto, a fin de poder velar mejor por la seguridad de los fieles de Albain. La gran mayoría de los yacimientos activos se encuentran en la ladera de la cordillera, y en algunos puntos diseminados del valle. Así pues, todas las canteras de argyrion pertenecen en exclusiva a la Iglesia.

 

El argyrion posee propiedades peculiares: Puede detectar la magia con un suave fulgor en su hoja, además de absorberla durante un periodo de tiempo variable, razón de más para que las armas de la Inquisición se elaboren con este material.

El argyrion a temperatura ambiente posee un brillante tono plateado, tanto que parece mercurio, liso y brillante cual espejo. Es dúctil y maleable, e incluso podría mostrar hermosos acabados si se usase para la joyería, pero su utilidad es bien diferente, aunque se dice que algunos obispos y cardenales sí que llevan anillos para protegerse de los malos espíritus o de cualquier usuario de magia. También es un hecho conocido que a los inquisidores se les dota con un sello de argyrion, que lleva por impronta el símbolo de la tríada.

Cuando entra en contacto con una fuente de magia, su tono argénteo se vuelve de un celeste metalizado que refulge, dependiendo de la cantidad de maná que irradie el objetivo. No obstante para que esto tenga lugar, se requiere de cierta cercanía: El fulgor es casi imperceptible cuando está a veinte centímetros de una fuente de energía (usualmente magia, pero también se contempla el ki, o cualquier fuente no convencional); a diez, el destello se vuelve más notorio; en contacto directo con seres que desprendan maná, actúa como una sanguijuela, absorbiéndola y debilitando al objetivo.

Esto último se debe a que el argyrion posee una gran capacidad de almacenamiento de energía, que si bien varía, puede ir desde unas horas desde verse apartado del contacto directo con el objetivo, hasta incluso una semana entera. Posteriormente, el propio metal expulsa el maná de forma paulatina. Es como si se tratase de un recipiente o una pila. (Sin embargo nadie en Albain ha decidido darle ese uso, que podría mejorar la calidad de vida del reino de forma notable).

Como sustencia, el argyrion es un metal genuino, aunque por temor a agotar las canteras, algunos herreros que trabajan para la santa orden han empezado a crear aleaciones de este junto con hierro y carbono. Las armas creadas con dicha combinación, no son tan potentes a la hora de almacenar la magia absorbida en su interior, al contrario que el argyrion puro (que puede contenerla durante cinco días), sin embargo cumple la misma función de detección y anulación.

Alguien dotado de magia puede ser despojado de la misma de forma temporal, razón por la que los acusados de hechicería o brujería, son encadenados con argyrion durante su cautiverio y posterior ejecución para así impedir escapes, sin importar si el metal reacciona ante ellos o no.

 

Entre los potenciales afectados nos encontramos con: Humanos que hayan nacido con magia o la hayan adquirido a título posterior, ya sea mediante estudio o contrato con alguna criatura; elfos puros o mestizos, dependiendo estos últimos del porcentaje de sangre feérica, cambiaformas, banshees, ángeles, demonios, sirenas, kitsunes, golems o seres animados mediante magia.

 

El argyrion también puede anular las ilusiones si son débiles, así como el control mental.

No obstante, ante otras criaturas, la reacción de dicho metal es diferente. La magia arcana que desprenden los dragones hace que el argyrion empiece a vibrar profusamente, tornándose incandescente para su portador e imposible de sostener. Lo mismo sucedería con seres poderosos como deidades. Si bien pueden "silenciar" su efecto a placer, si decidiesen no hacerlo, cualquier arma elaborada con argyrion se desintegraría de forma inmediata. Esto es debido a que la energía que desprenden es exponencialmente superior a la de cualquier humano, por más diestro y poderoso que sea, y el mineral es incapaz de contenerla.

Hay cierto dato desconocido por todos, y es que el argyrion, como tal, es la sangre de Celeene, que esta vertió en la tierra para proteger a sus hijos, por lo tanto, este metal sólo existe en Albain. Para más información, consultar la mitología.

Nota importante: Agradecimientos a Leena por la idea de que el argyrion sea la sangre de Celeene.

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